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el periodico de saltillo
Abril 2015
Edición No. 314


Fin al abuso

Desvío anual: 35 mil millones de pesos.
Cobran sin dar clase: 300,000
Aviadores: 39,222.
Comisionados: 30,695.
Cobran en escuelas donde nadie los conoce: 113,250.
Cobran por otros (jubilados y difuntos): 114,998.


Samuel Cepeda Tovar.

Estremecedores resultan los datos ofrecidos por la ONG Mexicanos Primero, y es que como parte de su compromiso ineludible con la educación de nuestro país, dicha organización en concomitancia con otros institutos han lanzado una iniciativa denominada “Fin al Abuso”, en el cual, solicitan el apoyo de la ciudadanía para que se sumen a la recolecta de firmas para solicitar a la Procuraduría General de la República (PGR), que investigue el desvío de miles de millones de pesos malgastados en nuestro sistema educativo al pagar a docentes que simplemente no están frente a las aulas.

Los datos son verdaderamente alarmantes, deplorables y muy lamentables, pues el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos en Educación Básica y Especial (CEMABE) reveló que cada año se desvían más de 35 MIL MILLONES DE PESOS de la educación para el pago de casi 300 mil personas que cobran como maestros pero que no imparten clases, es decir, desvío de 95 millones de pesos diarios o en otras palabras, $1.099 pesos CADA SEGUNDO. Cabe mencionar, que con esa cantidad de dinero se pudieran construir 24 escuelas DIARIAS, o pagarle $17.000 pesos a cada maestro como sueldo, o bien, alimentar a 12 millones de niños diariamente, o becar a seis millones de jóvenes anualmente.

Y es que el desvío, según Mexicanos Primero, se encuentra distribuido de la siguiente manera: Aviadores (cobran sueldo sin dar clases): 39,222; comisionados (ocupan puestos administrativos o sindicales): 30,695, los de otro centro (Maestros que cobran en escuelas donde NADIE los conoce): 113,250; y los que cobran por otros (cobran sueldos de jubilados o fallecidos): 114,998.

Los datos son una muestra más de la terrible simulación que representa nuestro endeble sistema educativo, y es que no solo se trata de evidenciar los magros resultados que siempre ofrecemos en pruebas como ENLACE (ahora PLANEA) o las aplicadas por PISA, que sólo reflejan la mediocridad de nuestra enseñanza, sino que también se desnuda el pauperismo de la parte sustantiva del proceso de enseñanza-aprendizaje: los docentes, quienes en su mayoría ven a la educación más como un negocio que como un medio para salir adelante como sociedad y país.

Y es que el problema de la corrupción en la educación sigue incólume, pues la reciente reforma educativa pone énfasis en la preparación de los docentes, en la profesionalización del servicio y en la asignación de plazas, pero deja de lado el importante tema de la corrupción y trata el problema educativo como si hubiera empezado hoy mismo dejando de lado el “cochinero” que existía y existe antes y después de la aprobación de la reforma.

Definitivamente, nos enfrentamos al reto del milenio en nuestro país, pues es solo con educación de calidad que podemos salir adelante como individuos, sociedad y nación, nuestra única oportunidad reside en tan importante rubro, por ello como sociedad debemos unirnos al llamado de la ONG. Se trata de nuestros hijos, se trata de su futuro, se trata de México.

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